El mundo cambia, y con él también lo hacen las necesidades y exigencias de la gente. En el mundo de los seguros de vida también se puede decir que las cosas han cambiado mucho, sobre todo desde hace algunos años, y por eso hoy existen diferentes clases de seguros de vida para diferentes necesidades.
El seguro de vida más habitual, el que todos conocemos, es el denominado seguro de riesgo, que consiste en que cuando la persona asegurada muere por cualquier circunstancia, la compañía ejecutará el pago de las primas estipuladas a los beneficiarios de la póliza. Hay dos tipos de seguro de riesgo, uno temporal, que cubre solamente durante un período de tiempo establecido y si no se produce la muerte antes de que termine no se realiza ninguna contraprestación, y el completo, que no tiene caducidad siempre y cuando se sigan pagando los recibos.
Dentro de los seguros de vida hay fórmulas mixtas que permiten ahorrar mientras el asegurado siga vivo, y cuando se llega a determinada edad se hace un pago determinado, como un plan de pensiones, pudiendo elegir recibir el pago en una sola vez o como renta mensual hasta que se terminen los fondos.
Otro seguro es el de amortización, en el cual la compañía aseguradora se hace cargo de todas las deudas que tenga la persona y evitando así que los familiares deban hacerse cargo de estos.
Estos son tan solo algunos de los productos que se comercializan hoy como seguros de vida, pero existen algunos otros que además se pueden combinar entre sí.